PALABRAS A MIS LECTORES

ALGÚN PAJARILLO ME HA CONTADO QUE EN ESTE IR Y VENIR POR EL UNIVERSO INFINITO ENTRAMOS Y SALIMOS (SIN DARNOS CUENTA DE ELLO) POR LOS POROS DE LAS SENSACIONES.

EN TAL CASO, PIDO QUE LA SATISFACCIÓN DE GOZAR LO QUE SENTIMOS NO NOS ABANDONE NUNCA Y NOS LLEVE A TOCAR UNA ESTRELLA: LA NUESTRA.




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lunes, 15 de junio de 2015

Monólogo detrás de la cortina.


Por Astarté.
León, España.

   (¡Ja ja ja ja ja!)... Sin que se dieran cuenta, me escurrí. No por gusto me siento siempre en la última fila. La puerta había quedado entreabierta y... ¡zum! Volé hacia fuera como una mosca. (Esos bichos entran y salen de las habitaciones a una velocidad increíble...). De antemano, había calculado escapar en la segunda parte del espectáculo, cuando el venerable fanfarrón entrara de la reunión en el bar con sus semejantes, se acomodara de nuevo en el podio de los idiotas y reiniciara su discurso. Sí. No es necesario que me digas que estoy hecha una bocazas y que, de cuatro palabras que digo, tres son ofensivas. Ya lo sé. Y ahora tú, ¡mírate! ¿Qué ves? Porque, si deseas saber qué veo yo, te diré que... ¡nada! ¡Absolutamente, nada! O sí. Veo algo así, más o menos, como si fuera un espectro de persona que se mantiene en pie para salir a escena. Sin embargo, cada vez que puedo, escapo. (Creo que me están cazando la pelea. Ellos saben que me escurro por la puerta entreabierta. En lo adelante, debo andar con pies de plomo...). Y cerró la cortina. Se quitó la peluca. Su cráneo era blanco y liso. En su cara quedaban aún restos de maquillaje. Era domingo, día de visitas de parientes. Aquellos que le quedaban y que iban, de vez en cuando, a verla.